Bestia Interna
Bestia interna,
vine hasta aquí a enfrentarte.
Ya moví la piedra
que te mantenía oculta.
Ven ahora
que mi corazón está dispuesto
al banquete de mi cuerpo.
Pero estate atenta,
no vine desprovisto.
Un conocimiento me secunda
en esta batalla.
Su verdad es esta:
tu y yo somos el mismo
animal hambriento
y el mismo niño entusiasta.
Por eso no temo.
Porque sé que
con cada herida que me propines,
será tu carne la que saldrá lastimada.
Vuelve a lo oscuro
porque el día no espera.
Ya tendremos valles y mañanas
para pastorear como los hermanos que somos.
No es más luz, mi luz;
ni menos oscuro tu albergue.
Mira por mis ojos
cuando te plazca el sol.
Hermana bestia,
hermano hombre te ama.
Hermano del alma, juntos en el camino.
ResponderEliminarBestias alocadas y polimorfas, de concretas ideas a interpretar. No las hemos de vencer, las hemos de integrar.
Abrazo!